María Eva Duarte y su vigencia. Símbolo de las mujeres argentinas y del movimiento peronista. Para algunos una exageración de la Historia, para otros la «abanderada de los humildes». Controvertida y amada. Agria con los poderosos, dulce con los pobres. Si hoy estuviera haciendo política, tendría trabajo por todos los frentes. Porque los pobres se siguen multiplicando, y ella lleva la bandera de los humildes. Los mismos que creyeron en las promesas macristas, los mismos que insultan a todos los corruptos y ladrones de todos los gobiernos. El pobre pide trabajo, pide educación para sus hijos, pide vivir y ganarse la vida dignamente, pide progresar para dejar el mejor futuro posible a su familia, no quiere limosna, quiere dignidad e igualdad, quiere trabajar. Y en estos conceptos los ideales que pregonaba Evita, antítesis de varios dirigentes de hoy, que aumentaron la pobreza echándole la culpa a la Historia, y que en lugar de combatirla, siguen inflando precios y tarifas. Evita debería ser recuerdo histórico, pero hoy es vigencia, porque no hay quien le ayude a llevar la bandera de los humildes.