Emprender es la cuestión. Nadie tiene la fórmula del éxito asegurado. Nadie puede asegurar de antemano que un proyecto, con baja mediana o alta inversión, pueda resultar exitoso. Lógicamente, a mayor inversión mejores posibilidades de posicionarse en el mercado con mayor rapidez, pero sin una idea movilizadora, creatividad en los negocios, empuje y perseverancia en el tiempo, difícil se pueda resultar exitoso.
Ser exitoso no se agota en alcanzar ventas importantes. Las ventas pueden fluctuar según innumerables factores, por ejemplo, el contexto económico, los hábitos, las modas, la competencia, etc.
El éxito pasa especialmente por desarrollar una marca con la impronta para crecer institucionalmente y perdurar en el tiempo.
La creatividad en los negocios resulta fundamental para crear una marca que le de valor a nuestro emprendimiento. De esta manera las marcas empiezan a formar parte del valioso capital de una empresa, un patrimonio tanto o más importante que un edificio, que una flota de rodados, que un balance contable con rentabilidad. Supongamos por ejemplo, para entender el valor de una marca, que en algún momento los dueños de Coca Cola deciden vender la empresa.
Al momento de cotizar su patrimonio: ¿qué tiene mayor valor su planta productora o su marca? Una planta productora se puede hacer con dinero, una y mil veces, en cambio la marca tiene una historia de años, vivencias, hábitos, cultura, experiencias, pertenencia, etc. Cuestiones que el dinero no puede por si solo lograr.
En 1886 comenzaba la historia de Coca-Cola cuando el farmacéutico John S. Pemberton tuvo la idea innovadora de crear una bebida en forma de jarabe para combatir problemas digestivos, una bebida que también debía servir para aportar energía. Fueron así los orígenes de una fórmula creativa que revolucionó el mundo y aportó una de las marcas más legendarias del universo. Una historia que supera los 100 años y siempre con un éxito sostenido, basado en la constante creatividad en los negocios. Ahora nos preguntamos, cuando el amigo John S. Pemberton tuvo la lucidez de emprender imaginó que Coca Cola ¿llegaría a ser alguna vez lo que fue? No.
El convencimiento de emprender
Emprender implica tener un espíritu que movilice la acción, ser proactivos, mantener lúcida la mente y buscar acompañamiento profesional. La creatividad en los negocios resulta fundamental para dar los primeros pasos en el camino de una empresa. Es necesario que estemos convencidos que la idea innovadora sabe de la situación inicial, entender dónde estamos parados, cuál es nuestro punto de partida. Incluso con bajos recursos económicos se puede «llegar a buen puerto». Por tal motivo, es necesario estar convencido que la idea innovadora puede iniciar su camino con determinadas carencias pero con la energía suficiente como para crecer, progresar, superarse, competir en el mercado con solvencia y ser exitosa hasta niveles impensados originalmente.
El proyecto debe tener entonces constancia y sostenerse en una marca valiosa. Pero no valiosa desde su creación, sino por construcción incesante de valor, de inspiración, de superación.
La marca y su valor a la hora de emprender
Todo proyecto de emprendimiento necesita un valor de marca que aplique creatividad en los negocios y logre crecer conociendo su base pero con aspiraciones de crecer más y más.
Al emprender conocemos el punto de partida pero nunca el de llegada. Si bien el fracaso es una posibilidad, también el éxito rotundo lo es. La historia nos ha mostrado innumerables ejemplos donde aparentes y sencillos emprendimientos logran un éxito que nadie imaginaba.
Las grandes marcas no nacen grandes, se hacen en el transcurrir de un proyecto, se desarrollan, aplican creatividad en los negocios, pero esa creatividad debe ser la adecuada, la buscada, la deseada y generada. Uno no se levanta a la mañana y dice hoy seré creativo, no es una decisión voluntaria, es más que nada un talento, se lo puede poseer en mayor o menor medida, se lo puede entrenar, se lo puede trabajar, se lo puede investigar, pero a la hora de ser creativos la rotura del equilibrio debe darse, romper con lo conocido, explorar nuevas ideas más allá que a priori parezcan incoherentes. Emprender no resulta nada fácil pero con asesoramiento profesional de calidad nada es imposible.
La creatividad en los negocios: el dinero no asegura el éxito
Las grandes marcas no surgen siempre de grandes inversiones, a veces, el capital más valioso está al emprender con astucia, marcar la diferencia con la idea innovadora, entender que la creatividad en los negocios suele ser la clave del éxito. En los inicios, no siempre estaremos respaldados por inversiones o presupuestos grandilocuentes, por el contrario, quizá exista austeridad o escasez de recursos económicos, pero lo que debe ser abundante es el capital creativo a la hora de emprender, y ese impulso innovador que solo puede generar la búsqueda de cumplir sueños. Con dinero puede resultar más cómodo el camino, pero sin creatividad o innovación no hay un futuro exitoso. Se hace historia cuando la creatividad en los negocios le da un patrimonio a la marca que el dinero no puede comprar.
La clave está en diferenciarse, ser distinto, escapar a la dormida igualdad, ser creativo para ser diferente, marcar la diferencia, ser perseverante con los objetivos claros, empezar desde abajo, desde cero, pero con perseverancia, dedicación e innovación.
Al inicio el camino no será claro, habrá que ir caminando para pulir el futuro éxito, emprender con un sueño por cumplir, con la convicción donde se conoce de donde partimos pero no dónde podemos llegar. No porque lo digamos, o suene lindo en palabras, sino porque la historia de las marcas y de los emprendimientos se encargaron de ejemplificar pequeños proyectos que se convirtieron en grandes y exitosas empresas.
A veces los inicios son difíciles, complejos, pero la creatividad en los negocios resulta clave para que el éxito, con mayor o menor lentitud, se alcance. Al emprender, al crear una empresa, los proyectos no siempre son rentables, triunfar en el mercado no es algo que se puede conseguir sin ser protagonistas, sin ser creativos.
Emprender con éxito: ejemplos de grandes marcas.
Coca Cola fue un claro ejemplo de éxito de marca pero no el único. Veamos otros importantes.
- Steve Jobs: si hay una personalidad en la historia con capacidad profesional, con un espíritu que hizo de emprender nuevas ideas una constante, con creatividad en los negocios y en cada una de sus realizaciones; ese fue Steve Jobs. El creador de Apple empezó en 1976 con un socio haciendo computadoras a mano y desde su casa. Con un talento inédito este genio de la innovación construyó una marca que es sinónimo de avance tecnológico. No se pierdan este discurso: https://www.youtube.com/watch?v=3GfJfdsDtJk.
- Jeff Bezos: es el típico caso de emprendedor inquieto, perseverante, original y visionario. El creador del portal Amazon.com era empleado y le llevó la idea de vender libros por Internet a su entonces Jefe, que le desplomó la idea en minutos. A pesar del rechazo, no decayó su proyecto y en 1994 fundó Amazon. A los pocos meses vendió su primer libro trabajando en una computadora desde su casa. El éxito fue creciendo día a día y ampliando la venta on line a otros productos más allá de libros. Hoy es una empresa líder a nivel mundial de ventas por Internet. La perseverancia y emprender sin caer ante los obstáculos dio sus frutos.
No se debe esperar un «imperio económico» pero cada proyecto de emprendimiento, fundamentado con creatividad en los negocios debe poseer grandes ilusiones y profesionalismo. Hay que creer en una idea, crear y comunicar tu marca.