Por estas épocas las empresas, más allá de los productos o servicios que comercializan, se diferencian en el ámbito del marketing social. Buscan diferenciarse y lograr el mejor protagonismo posible como un actor social más. Obtienen rentabilidad porque hay una sociedad que consume sus productos o servicios, tiene sus recursos humanos que pertenecen a la misma comunidad y están insertas en toda la problemática social que las rodea.
En esa tónica de “ser social”, busca devolver a la comunidad en acciones concretas el aporte que la comunidad misma le brinda, que le permite “ser” en sí misma, funcionar como tal, y obtener ganancias para satisfacer su fin de lucro. En este juego de reciprocidades, las empresas buscan posicionarse ante la sociedad en base a las conocidas acciones de Responsabilidad Social Empresaria. Como la denominación lo indica, hay un compromiso social que asumen. Esto en el mundo de hoy.
En cambio, en San Vicente: el reino del revés de la querida María Elena Walsh. Sucede que la empresa Avicomar SRL practica hacia el barrio en que habita la “Irresponsabilidad Social Empresaria”. El guano acumulado de pollos y gallinas en Avicomar generan una invasión tremenda de moscas en los alrededores de la empresa. El barrio sanvicentino de Santa Inés ha realizado los reclamos en todos los organismos correspondientes, denunciado ante varios medios de comunicación, pero el problema persiste, no tiene solución.
Como se puede ver en las fotografías de la nota, y en los videos difundidos en diversas redes sociales, los insectos provocan importantes molestias a todos los vecinos, que se ven condenados a no hacer vida libre en sus jardines, a tener que cerrar puertas y ventanas constantemente, encerrarse para evitar el ingreso de las grandes moscas verdes y negras en sus hogares. Ya hubo sanciones del Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, pero el problema renace. El control también debe estar por parte del SENASA (Servicio de Sanidad Animal) y el Municipio. El barrio Santa Inés necesita respuestas urgentes, este es un problema ambiental grave para la comunidad, un problema de higiene que ya provocó en niños vómitos y diarreas. Avicomar debe rectificar su incidencia en la comunidad, para llevar su propia acción de Responsabilidad Social Empresaria.
Por Marcelo M.