1° de Julio de 2018 – Desde que el cuerpo del General Perón descansa en la Quinta 17 de Octubre cada 1ro de Julio nos acercamos al mausoleo donde se encuentran sus restos. Este domingo gris, al igual que en otras oportunidades nos llegamos sin acompañantes, casi a la hora de cierre. Solo un grupo minúsculo de personas y un par de efectivos de seguridad eran quienes se encontraban en la entrada del Museo Histórico, entre ellas la Sra. Liliana Ferrero, ex Concejal e Intendente Interina durante uno de los tres gobiernos municipales que tuvo al frente del Departamento Ejecutivo sanvicentino a la Sra. Brígida Malacrida de Arcuri. A diferencias de otros aniversarios encontramos varias ofrendas florales, sobresaliendo entre ellas la del ex Diputado Nacional Lorenzo Pepe, quien en vida fuese amigo de Juan Domingo Perón, quien llueva, truene, granice o haya sol radiante siempre dice “Presente mi General”.

Cada vez que ingreso al Museo Histórico Quinta 17 de Octubre la desazón me toca en lo más profundo, pareciera ser que cada año que transcurre su deterioro se acrecienta, paredes rajadas, con humedad, falta de pintura, mástiles despintados, mampostería a punto de caerse, entre otros males que deterioran la Quinta,  estos y otros daños son los que a simple vista están destruyendo el terruño de los creadores del Partido Justicialista. En cada oportunidad que puedo subrayo la necesidad de reacondicionar ese “Templo de la Historia Nacional e Internacional”, pero la necedad de quienes podrían acondicionarlo, que son los mismos que en cada campaña electoral “levantan la bandera del PJ para beneficio propio”, para luego esconderla en viejos arcones durante meses para no sacarla ni siquiera a tomar un poco de sol, esos mismos, son quienes miran para otro lado, como perro que se lo están c……o. Políticos y gremialistas que se han llenado los bolsillos cantando la marcha peronista y enarbolando las banderas de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política, para luego olvidarse lo que significan esas consignas. Pero el 1ro de Julio, al igual que cada 8 y 17 de Octubre, esos que miran a los compañeros desde el poder, desde las alturas, creyéndose omnipotentes, se llegan  a la Quinta acompañados de sus obsecuentes de turnos, esos inútiles-útiles que aplauden cuanta taradez sale de sus bocas, como cuando dicen que son los salvadores del país, esos mismos que cuando estuvieron en el poder y  aun siguen estando en el pedestal como los sindicalistas y los legisladores solo critican, solo ven los errores, que seguramente son miles los que tiene este gobierno, pero nunca ayudan con una idea positiva, un trabajo, una tesis  que permita sacar el país adelante, a tal punto que ni siquiera comienzan por la casa peronista, la Quinta 17 de Octubre, la casa de Perón y Evita, la que al igual que el país se deteriora día, a día ante la mirada de estos que dicen, si solo dicen, ser peronistas, ya que, “mejor que decir es hacer” compañeros, y ustedes por su desamor al país se parecen más a esos “estúpidos imberbes” que echara Perón de la plaza de Mayo que a “los descamisados de Evita”.

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